Israel, Palestina y Líbano: claves históricas básicas para entender un conflicto actual

La primera diáspora judía se produjo cuando, tras tres años de asedio, Nabucodonosor II (c. 630-562 a. C.) conquistó Jerusalén y destruyó su templo, considerado por los hebreos la casa de Iahveh, motivando así su salida hacia Mesopotamia en el llamado Exiliarcado de Babilonia. Aunque siglos más tarde volverían a Palestina, las persecuciones sufridas a manos de los romanos conllevaron nuevamente que los judíos emigraran a distintos lugares en su continua búsqueda de la casa de Iahveh. Tarde o temprano fueron expulsados de la gran mayoría de ellos, mientras que los árabes habían conseguido durante la alta Edad Media asentarse asentando en el Levante mediterráneo, incluida Palestina.

Arthur J. Balfour
No fue hasta el siglo XIX, con el nacimiento y auge de los nacionalismos, cuando los judíos reclamaron la creación de un estado propio mediante el movimiento sionista. Después la Primera Guerra Mundial, la desaparición del Imperio Otomano dejó en manos de los europeos sus antiguas posesiones en Oriente Próximo. Los británicos, que habían asumido el control de la zona palestina, se comprometieron en la Declaración de Balfour (1917) a favorecer la creación de un Estado judío, lo que provocó la llegada a dicho territorio de un gran número de judíos. Sin embargo, muchos de ellos permanecieron en Europa central y el genocidio perpetrado por el III Reich afectó sobremanera a la opinión mundial: todos estaban a favor de crear un Estado para el pueblo judío, especialmente aquellos países donde se habían establecido los judíos más poderosos, como Argentina y Estados Unidos. A pesar de Balfour, Reino Unido potenció a su vez la creación de la Liga Árabe (1945), fundada en parte para evitar la formación de un Estado judío en la zona. En 1948 finalmente se proclamó el nuevo Estado de Israel, rechazado desde un principio por los palestinos no sólo debido a que habían ocupado su territorio, sino también por la extensión que había sido concedida a Israel por la ONU. Los choques entre ambos pueblos serían inevitables.


Los primeros años del conflicto árabe-israelí
En 1947, ante la partición de Palestina por la ONU, la coalición árabe intentó destruir al estado de Israel en una guerra con la que éste incrementó su territorio y la división interna de los países árabes aumentó. En 1956, como respuesta a la nacionalización del canal de Suez por Egipto, Francia y Reino Unido intervinieron militarmente, apoyados por Israel, que consiguió llegar hasta la península del Sinaí. No obstante, Estados Unidos y la Unión Soviética terminarían obligando a las potencias europeas a retroceder y a Israel a volver a sus fronteras. En 1964 se crearía la Organización para Liberación Palestina (OLP), auspiciada por Nasser.
Abdel Nasser inmortalizado
en la revista Time

La Guerra de los Seis Días
El bloqueo de la marina israelí en 1967 por Egipto desencadenó la Guerra de los Seis Días, en la que participaron Jordania y Siria con el apoyo de Irak, Kuwait, Arabia Saudí, Sudán y Argelia. Sin embargo, Israel demostró su superioridad con la victoria que le proporcionó territorios de Siria, Cisjordania, Jerusalén, Gaza y la península del Sinaí.

Un nuevo enfrentamiento: Yom Kippur
El choque fue inminente una vez más en 1973. Durante la guerra de Yom Kippur los países árabes lograron ocupar varios territorios, pero Israel, con la ayuda de Estados Unidos, pudo recuperar sus territorios y alcanzar el canal de Suez.

¿Paz?
Los acuerdos de Camp David significaron una posibilidad de paz. Egipto firmó con Israel en 1978 un acuerdo bajo mediación de Estados Unidos en el que Anwar el-Sadat, presidente de Egipto, reconocía el Estado de Israel a cambio de la península del Sinaí.

La Primera Intifada y Oslo
Palestina perdió el favor de los demás pueblos árabes en 1987, lo que dio comienzo a la Primera Intifada, una guerrilla urbana en la que los palestinos se enfrentaron al ejército israelí. Aunque pareció finalizar en 1988, cuando se proclamó el Estado de Palestina y se reconoció el Estado de Israel, no concluyó definitivamente hasta los Acuerdos de Oslo de 1993. A partir de la conciliación de Estados Unidos, se estableció una paz por territorios: los palestinos se comprometieron a abandonar el terrorismo a cambio del control de Gaza y Jericó.

La Segunda Intifada
La entrada del primer ministro israelí en un recinto sagrado musulmán de Jerusalén durante el año 2000 fue interpretada como una provocación por algunos palestinos. Por ello las relaciones de paz mediadas en los acuerdos de Oslo se paralizaron y se declaró la Segunda Intifada, en la que se intensificaron los atentados terroristas contra Israel.

El papel del Líbano en el conflicto
De la misma manera que Reino Unido favoreció la creación de Israel, Francia hizo lo propio con el Líbano. La expulsión de los palestinos de Jordania, en 1970, hizo que muchos de ellos se refugiaran en el Líbano, habitando los numerosos campos de refugiados palestinos que aún hoy persisten. ¿Por qué al Líbano? En la zona, la sociedad libanesa era la más liberal y democrática y, al mismo tiempo, la menos militarizada. Además, los campos de refugiados están exentos de presencia policial, así como de muchas de las leyes libanesas, por lo que los miembros de la OLP podían disponer de armas.
En 1975 se desencadenaron los asesinatos de palestinos por parte de cristianos libaneses, quienes veían peligrar su "superioridad" ante al debate parlamentario sobre la legalización de los palestinos. Con la ayuda de estos cristianos libaneses, en 1982 Israel invadió el sur del Líbano -ofensiva “Paz para Galilea”- hasta el río Litani, el más importante de la zona tras el Jordán, con el pretexto de acabar con los ataques que la OLP y su líder, Arafat, lanzaban desde allí a Israel. Sin embargo, no podemos ignorar lo importante que es el agua en una zona tan poco fértil como Israel y tampoco considerar una coincidencia que la invasión se detuviera justamente en el río Litani.

Pese a que un año después, Israel y Líbano alcanzaron un acuerdo para retirar las tropas israelíes, el tratado no llegó a ser ratificado y en marzo de 1984, bajo presión siria, Líbano lo canceló. No obstante, Israel inició la retirada progresiva en 1985, dejando la “zona de seguridad” en manos del cristianolibanés -y proisraelí- Ejército del Sur del Líbano, con una presencia menor de las tropas del Tsahal -fuerzas de defensa israelíes-, para impedir las incursiones y los ataques de la guerrilla de Hezbolá. En mayo de 2000, Israel retiró todas sus tropas del sur del Líbano por debajo de la frontera internacional, tal y como ordenó la ONU, pero la cuestión aún estaba lejos de ser zanjada.

A principios de 2005, el asesinato del primer ministro libanés, Rafik Hariri, desencadenó la Revolución del Cedro, durante la cual los libaneses exigieron elecciones libres y la retirada de unos 14.000 militares sirios que ocupaban el territorio. Los manifestantes lograrían en abril -y con la oposición de Hezbolá- la retirada completa de los sirios y sus agentes de inteligencia.

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Monumento en honor a Rafik Hariri en Beirut.

Durante la crisis israelo-libanesa de 2006, iniciada con una incursión israelí en el Líbano, la organización de Hezbolá mató a ocho soldados israelíes y capturó a dos. Hezbolá hizo pública esta captura por medio de su teledifusora, Al-Manar, y justificó el acto como respuesta al incumplimiento israelí de su promesa de liberar a los prisioneros árabes encarcelados. Por su parte, Israel siempre sostuvo que los hechos fueron los contrarios: su territorio fue invadido y atacado primero por Hezbolá. El primer ministro israelí responsabilizó al gobierno del Líbano de la acción y, en respuesta, inició la Operación Recompensa Justa.

Hoy en día acudimos a un nuevo intento de negociación pacífica entre Israel y Palestina, por lo que para analizarlo críticamente debemos tener en cuenta estos -y otros- precedentes de su historia, así como la relación del conflicto con los países cercanos, como Líbano. ¿Recordaremos nuestros días como los de la paz definitiva?

A tener en cuenta:
  • La situación geográfica de Israel es estratégica para mantener un equilibrio de fuerzas en medio Oriente, por lo que en este conflicto también se enfrentan los intereses políticos y económicos de los países occidentales, especialmente Estados Unidos, con respecto a los países árabes.
  • Uno de los principales asuntos que se acuerdan a través de este conflicto es el control de las reservas petrolíferas.
  • La ausencia de agua dulce en Oriente Próximo hace que sea un bien escaso, razón por la que Israel busca el control del río Litani, en Líbano.

Para saber más:
Barroso Sánchez, R., "Las crisis cíclicas de Líbano y el papel de España: 2005-2009", en Relaciones internacionales: Revista académica cuatrimestral de publicación electrónica, n. 13, 2010. Ver artículo completo.

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